domingo, 17 de febrero de 2013

«Creo que debería empezar a trabajar un poco, ahora que aprendo a ver. Tengo veintiocho años y, por decirlo así, no me ha sucedido nada. Rectifiquemos: he escrito un estudio sobre Carpaccio, que es malo, un drama titulado Matrimonio, que quiere demostrar una tesis falsa por medios equívocos, y versos. Sí, pero, ¡los versos significan tan poco cuando se han escrito de joven! Se debería esperar y saquear toda una vida, a ser posible una larga vida; y después, por fin, más tarde, quizá se sabrían escribir las diez líneas que serían buenas. Pues los versos no son, como creen algunos, sentimientos (que se tienen siempre demasiado pronto), son experiencias».

Los cuadernos de Malte Laurids Brigge, Rainer Maria Rilke.

domingo, 10 de febrero de 2013

«- ¿Nunca sale de casa?
  - Nunca, ya hace años... En cierto momento de mi vida hice cálculos: si salgo de casa con idea de conocer a una persona inteligente, a una persona honrada, corro el riesgo de encontrarme con, de media, doce ladrones y siete imbéciles que están deseando comunicarle a alguien lo que opinan de la humanidad, del Gobierno, de la administración municipal, de Moraia... ¿Cree que merece la pena?
  - No, desde luego que no.
  - Además, yo en mi casa estoy en la gloria, sobre todo aquí. - y levantó las manos para señalar y abarcar los libros del despacho.
  - Buena biblioteca -dijo Laurana.
  - No es que aquí deje de encontrar ladrones e imbéciles... Escritores, me refiero, no personajes... Pero me deshago de ellos fácilmente: devuelvo los libros a la estantería o los regalo al primer necio que viene a visitarme.»

A cada cual, lo suyo. Leonardo Sciascia.

domingo, 3 de febrero de 2013

«¿De modo que aquí vienen las gentes para seguir viviendo? Más bien hubiera pensado que aquí se muere».
Rainer Maria Rilke, Los cuadernos de Malte Laurids Brigge