miércoles, 30 de octubre de 2013

«Termino por creer que es solo el estilo del pensamiento y no el estilo de la expresión lo que marca la diferencia en los libros, pues si descubro un pensamiento digno de ser extraído no deseo alterar el lenguaje. Parece entonces que al autor se le hayan dado todas las gracias de la elocuencia y la poesía».

Escribir (una antología), Henry David Thoreau.

jueves, 24 de octubre de 2013

«La historia más terrible la encontré hoy en las memorias de una mujer, Misia Sert. La llamo Suplicio de las moscas y la transcribo literalmente:
"Una de mis compañeras de habitación había llegado a dominar el arte de cazar moscas. Tras estudiar pacientemente a estos animales, descubrió el punto exacto en el que había que introducir la aguja para ensartarlas sin que murieran. De este modo confeccionaba collares de moscas vivas y se extasiaba con la celestial sensación que el roce de las desesperadas patitas y las temblorosas alas producía en su piel"».


El suplicio de las moscas, Elias Canetti.

domingo, 20 de octubre de 2013

«Voy a hacerme lector de islas en mi búsqueda de un paraíso al que irme con los libros, con todos los libros del mundo, o al menos con todos los libros de la biblioteca escolar, y querré acercarme así a las costas de la isla de Kirrin, con los Cinco de Enid Blyton, y también a las costas de la isla de Nunca Jamás, aunque no me acabará de convencer el estilo de vida de Peter Pan, y querré andar, de...sde luego, por las playas de la isla civilizada por Robinson Crusoe, y en mi confusión identificaré la Isla Negra de Neruda con la isla Negra de Tintín, y cuando todavía siga divagando con la posibilidad de una isla influido entonces, claro, por otras lecturas, no podré, ni por un instante, apartar la sensación de que la isla pánico del doctor Moreau era un poco la isla Utopía de Tomás Moro, y que el nombre del uno estaba implícito en el nombre del otro».

Los príncipes valientes, Javier Pérez Andújar.