martes, 30 de octubre de 2012

<<No se enamore nunca de ninguna criatura salvaje, Mr. Bell -le aconsejó Holly-. Esa fue la equivocación de Doc. Siempre se llevaba a su casa seres salvajes. Halcones con el ala rota. Linces rojos con una pata fracturada. Pero no hay que en...
tregarles el corazón a los seres salvajes: cuanto más se lo entregas, más fuertes se hacen. Hasta que se sienten lo suficientemente fuertes como para huir al bosque. O subirse volando a un árbol. Y luego otro árbol más alto. Y luego al cielo.
Así terminará usted, Mr. Bell, si se entrega a alguna criatura salvaje. Terminará con la mirada fija en el cielo>>.
 
Desayuno en Tiffany's, Truman Capote.